SAGRADO CORAZÓN DE MARÍA
ORACIÓN (1)
O Inmaculado Corazón de María, camino seguro al Corazón de Cristo;
refugio seguro de nosotros pecadores; nueva arca donde nos refugiamos en la tempestad.
A tu Corazón Inmaculado, O Madre Santísima, queremos consagrarnos hoy;
queremos guardarnos dentro de tu corazón, mientras pasa el diluvio.
Queremos ser tuyos, O Madre. Te pedimos que nos defiendas, que nos protejas,
que nos guíes, que nos encamines hacia la perfecta comunión con el Corazón de tu Hijo.
Nos guardamos y nos consagramos a tu Corazón Inmaculado, lugar lleno de gracia y luz,
lleno de amor y santidad.
Que dentro de tu Corazón Inmaculado, las fuerzas infernales no nos alcancen.
Nos consideramos tu posesión y tu propiedad, guarda, o Madre de Amor, lo que es tuyo.
Virgen Santísima, te pedimos que triunfe tu corazón, triunfe en nuestros corazones,
triunfe en la Iglesia, triunfe en el mundo, para que triunfando tu Corazón,
triunfe la gracia sobre el pecado, la luz sobre la oscuridad,
el amor sobre el egoísmo. Todos nosotros en unidad de corazón entramos
hoy en tu Corazón. Gracias, O Virgen Santísima, por acogernos con Corazón de Madre.
¡Totus Tuus!
ORACIÓN PARA PEDIR UN FAVOR
¡Corazón inmaculado de María!, desbordante de amor a Dios y a la humanidad,
y de compasión por los pecadores, me consagro enteramente a ti. Te confío la salvación de mi alma.
Que mi corazón esté siempre unido al tuyo, para que me separe del pecado,
ame mas a Dios y al prójimo y alcance la vida eterna juntamente con aquellos que amo.
Medianera de todas las gracias, y Madre de misericordia, recuerda el tesoro infinito que tu divino Hijo ha merecido
con sus sufrimientos y que nos confió a nosotros sus hijos.
Llenos de confianza en tu maternal corazón, que venero y amo, acudo a ti en mis apremiantes necesidades. Por los méritos de tu amable e inmaculado Corazón y por amor al Sagrado Corazón de Jesús, obténme la gracia que pido
(mencionar aquí el favor que se desea)
Madre amadísima, si lo que pido no fuere conforme a la voluntad de Dios,
intercede para que se conceda lo que sea para la mayor gloria de Dios y el bien de mi alma. Que yo experimente la bondad maternal de tu corazón y el poder su pureza intercediendo ante Jesús ahora en mi vida y en la hora de mi muerte
Amén
Corazón de María, perfecta imagen del corazón de Jesús, haced que nuestros corazones sean semejantes a los vuestros.
Amén
ORACIÓN EN HONOR AL INMACULADO CORAZÓN DE MARIA
Amabilísimo Corazón de María, que ardéis continuamente en vivas llamas de amor divino; por él os suplico,
Madre mía amorosísima, abraséis mi tibio corazón en ese divino fuego en que estáis toda inflamada.
(Rezar Avemaría y Gloria)
Purísimo Corazón de María, de quien brota la hermosa azucena de virginal pureza. Por ella os pido, Madre mía inmaculada, purifiquéis mi impuro corazón, infundiendo en él la pureza y castidad.
(Rezar Avemaría y Gloria)
Afligidísimo Corazón de María, traspasado con la espada de dolor por la pasión y muerte de vuestro querido Hijo Jesús,
y por las ofensas que de continuo se hacen a su Divina Majestad; dignaos, Madre mía dolorida, penetrar mi duro corazón
con un vivo dolor de mis pecados y con el más amargo sentimiento de los ultrajes e injurias que está recibiendo de los
pecadores el Divino Corazón de mi adorable Redentor.
(Rezar Avemaría y Gloria)
¡Oh dulce Corazón de María, sed la salvación mía!
PLEGARIA DE CONFIANZA
¡Oh Corazón de María!, el más amable y compasivo de los corazones después del de Jesús, Trono de las misericordias
divinas en favor de los miserables pecadores; yo, reconociéndome sumamente necesitado, acudo a Vos a quien el Señor
ha puesto todo el tesoro de sus bondades con plenísima seguridad de ser por Vos socorrido. Vos sois mi refugio. mi amparo,
mi esperanza; por esto os digo y os diré en todos mis apuros y peligros:
¡Oh dulce Corazón de María, sed la salvación mía!
Cuando la enfermedad me aflija, o me oprima la tristeza, o la espina de la tribulación llegue a mi alma,
¡Oh Corazón de María, sed la salvación mía!
Cuando el mundo, el demonio y mis propias pasiones coaligadas para mi eterna perdición me persigan con sus tentaciones
y quieran hacerme perder el tesoro de la divina gracia,
¡Oh Corazón de María, sed la salvación mía!
En la hora de mi muerte, en aquel momento espantoso de que depende mi eternidad, cuando se aumenten las angustias
de mi alma y los ataques de mis enemigos,
¡Oh dulce Corazón de María, sed la salvación mía.
Y cuando mi alma pecadora se presente ante el tribunal de Jesucristo para rendirle cuenta de toda su vida, venid Vos a
defenderla y a ampararla. y entonces; ahora y siempre,
¡Oh dulce Corazón de María, sed la salvación mía!
Estas gracias espero alcanzar de Vos, Oh Corazón amantísimo de mi Madre a fin de que pueda veros y gozar de Dios
en Vuestra compañía por toda la eternidad en el cielo.
Amén