ADORACIÓN EUCARÍSTICA
El verdadero cristiano es el que cree firmemente que hoy Jesús está vivo y presente en el Santísimo Sacramento donde permanece llamándonos para que vayamos hacia Él. ¿Te unirías a mí a rezar un Avemaría para que todos respondan a la invitación de una adoración perpetua del Santísimo Sacramento? Se trata simplemente de poner nuestra fe en acción.
La adoración perpetua es corresponder a su Amor con el nuestro, estando dispuestos a pasar en su presencia eucarística, una hora de oración en silencio una vez a la semana con regularidad en forma continua. La adoración perpetua se organiza de manera que cada hora esté cubierta por lo menos por dos personas para que Jesús nunca se queda solo y la capilla esté siempre abierta para quien quiera visitarlo.
La adoración perpetua es corresponder a su Amor con el nuestro, estando dispuestos a pasar en su presencia eucarística, una hora de oración en silencio una vez a la semana con regularidad en forma continua. La adoración perpetua se organiza de manera que cada hora esté cubierta por lo menos por dos personas para que Jesús nunca se queda solo y la capilla esté siempre abierta para quien quiera visitarlo.
VISITA AL SANTÍSIMO
Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del Altar. Sea por siempre bendito y alabado. (se repite 5 veces)
Rezar Padrenuestro, Avemaría y Gloria
Y una sexta vez por las intenciones del Papa.
Dios mío, que estás aquí presente, yo te adoro con toda humildad, quiero amarte con todo mi corazón y concluir este día y toda mi toda en tu servicio.
Amén
BENDITO SEA DIOS
Bendito sea Dios.
Bendito sea su Santo Nombre.
Bendito sea Jesucristo verdadero Dios y verdadero Hombre.
Bendito sea el Nombre de Jesús.
Bendito sea su Sacratísimo Corazón.
Bendito sea su Preciosísima Sangre.
Bendito sea Jesús en el Santísimo Sacramento del Altar.
Bendito sea el Espíritu Santo Consolador.
Bendita sea la Incomparable Madre de Dios la Santísima Virgen María.
Bendita sea su Santa e Inmaculada Concepción.
Bendita sea su gloriosa Asunción.
Bendito sea el Nombre de María Virgen y Madre.
Bendito sea San José su casto esposo.
Bendito sea Dios en sus Ángeles y en sus Santos.
Oremos:
Oh Dios, que en este sacramento admirable
nos dejaste el memorial de Tú pasión;
Te pedimos nos concedas venerar de tal modo
los sagrados misterios de Tu Cuerpo y de Tu Sangre,
que experimentemos constantemente en nosotros
el fruto de Tu redención.
Tú que vives y reinas
por los siglos de los siglos.
Amen
SALUDO A JESÚS SACRAMENTADO
Oh Jesús, verdadero Dios y verdadero hombre, aquí presente en el Santísimo Sacramento del altar, creo todo
lo que Vos, mi Señor, me habéis revelado.
Arrepentido de todos mis pecados, esperando en Vos que nunca permite que sea confundido, agradeciendo
por este don supremo, amándoos sobre todas las cosas en este Sacramento de vuestro amor, adorándoos en el
misterio profundo de vuestra humildad, os manifiesto y hago patente todas las heridas y miserias de mi pobre corazón
y os pido me deis todo lo que necesito y deseo.
Pero tan solo os necesito a Vos, oh Dios mío, tan solo os deseo a Vos, vuestra gracia y la gracia de usar debidamente
vuestras gracias, poseeros en esta vida y poseeros en la otra.
Bendito seáis, oh poder divino de vuestro paternal Corazón, que aunque todo lo podéis, sin embargo, no podíais
darnos un don más precioso que este Santísimo Sacramento.
Oh Pan celestial, gran Sacramento, os adoro y os alabo en todo momento.
(repítase después de cada alabanza.)
Bendita seáis, oh Sabiduría del Verbo Divino, que todo lo sabéis y lo ordenáis, y sin embargo no sabíais
prepararnos una comida más exquisita, que este Santísimo Sacramento.
Bendito seáis, oh Dios mío, que en vuestra inefable dulzura de amor os habéis transformado en este pan para
dárosnos como el más dulce manjar.
Bendito seáis, oh Dios mío, que habéis encerrado todos vuestros misterios en esta humilde forma de pan terrenal.
¡Oh Trinidad Santísima!
Amén