NTRA. SEÑORA DE FÁTIMA
ORACIÓN
Oh Virgen Santísima, Vos os aparecisteis repetidas veces a los niños; yo también quisiera veros, oír vuestra voz y deciros: Madre mía, llevadme al Cielo. Confiando en vuestro amor, os pido me alcancéis de vuestro Hijo Jesús una fe viva, inteligencia para conocerle y amarle, paciencia y gracia para servirle a Él a mis hermanos, y un día poder unirnos con Vos allí en el Cielo.
Padre nuestro, Avemaría y Gloria.
Madre mía también os pido por mis padres, para que vivan unidos en el amor; por mis hermanos, familiares y amigos, para que viviendo unidos en familia un día podamos gozar con Vos en la vida eterna.
Padre nuestro, Avemaría y Gloria.
Os pido de un modo especial por la conversión de los pecadores y la paz del mundo; por los niños, para que nunca les falten los auxilios divinos y lo necesario para sus cuerpos, y un día conseguir la vida eterna.
Padre nuestro, Avemaría y Gloria
Oh Madre mía, sé que escucharás, y me conseguirás estas y cuantas gracias te pida, pues las pido por el amor que tienes de tu Hijo Jesús.
Amén
¡Madre mía, aquí tienes a tu hijo, sé tu mi Madre!
¡Oh dulce Corazón de María, sed la salvación mía!
TRIDUO A NUESTRA SEÑORA DE FÁTIMA
ORACIÓN INICIALAltísimo Dios de todo lo creado, en quien creo, espero, y amo sobre todas las cosas, y a quien me pesa con gran dolor de haber ofendido. Te ofrezco Señor, por medio del Corazón Inmaculado de Maria todas las obras y sufrimientos de este día y de todos los días de mi vida, para reparar por mis propios pecados y por la conversión de los pecadores.
Te ruego Virgen Santísima de Fátima, me ayudes en los momentos difíciles de la tentación y en la hora de mi muerte, para que goce contigo las delicias del Cielo. Amén.
DÍA PRIMERO
Virgen del Rosario, que aparecisteis en Fátima en 1917 a tres inocentes niños: Lucía, Francisco y Jacinta. Bajasteis del cielo para anunciar a los hombres que Dios está muy ofendido. Tú como Madre Amorosa, nos avisas del grande castigo que merecemos si no dejamos de pecar. ¡Virgen Santísima de Fátima! Ayúdanos a llevar una vida santa, y si tenemos la desgracia de pecar, vayamos con decisión al Sacramento de la Confesión.
Avemaría, Gloria y la oración final e todos los días.
DÍA SEGUNDO
¡Dulce Madre! Virgen Blanca e Inmaculada, que enseñaste en Fátima a tres niños el infierno, no para asustarles sino para avisar de que el infierno existe y que no es un mito, y se dispongan los hombres a enmendar sus vidas haciendo oración y penitencia. El demonio vomita veneno por el mundo con la corrupción de costumbres para que las almas se pierdan por una eternidad. ¡Virgen Poderosa! Enciérranos en tu Corazón de Madre y condúcenos por el camino de la salvación. Amén.
Avemaría, Gloria y la oración final de todos los días.
DÍA TERCERO
¡Virgen de Fátima! Mensajera de amor y paz. Blanca como tu pureza. Perpetua virginidad.
Como hijos que te amamos, queremos reparar las ofensas que hieren tu Inmaculado Corazón con una Salve...
Nos comprometemos a rezar todos los días el Santo Rosario, porque sabemos Madre Bendita que es tu deseo. Confiamos Madre de Dios y Madre nuestra, en tu poderosa intercesión.
Avemaría, Gloria y la oración final de todos los días.
ORACIÓN FINAL¡Virgen de Fátima! Si es la voluntad de tu Divino Hijo, concédeme la gracia que te pido en este Triduo...
(mencionar la gracia que se desea conseguir)
¡Ayúdanos Madre! a vivir siempre en la fe, esperanza y caridad. Amén.
Texto cortesía de www.devocionario.com