NIÑO JESÚS DE PRAGA
ORACIÓN (1)
Señor Jesús, te vemos niño y creemos que eres el Hijo de Dios, hecho hombre por obra del
Espíritu Santo en el seno de la Virgen María.
Como en Belén también nosotros con María, José, los Ángeles y los pastores te adoramos y reconocemos
como único Salvador nuestro.
Te hiciste pobre para hacernos ricos con tu pobreza: concédenos no olvidarnos nunca de los pobres
ni de ninguna persona que sufra.
Protege a nuestras familias, bendice a todos los niños del mundo y haz que reine siempre entre nosotros
el amor que nos has traído y que hace la vida más feliz.
Concédenos a todos, ¡oh Jesús!, que reconozcamos la verdad de tu Nacimiento para que todos sepan
que has venido a traer a toda la familia humana la luz, la alegría y la paz.
Tú que eres Dios y vives y reinas con Dios Padre, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.
Amén
ORACIÓN (2)
Oh Milagroso Niñito Jesús! Te suplicamos que mires nuestros corazones enfermos. Deja que tu Corazón de gran
misericordia se apiade y nos de la gracia que te rogamos de rodillas.
(Aquí se presenta la intención)
Límpianos del dolor y de la desesperación, de las enfermedades y desgracias que nos agobian. Acuérdate de todos
los méritos de tu santísima infancia, y oye nuestra súplica. Danos tu consolación y tu gracia para que eternamente te
podamos adorar junto al Padre y al Espíritu Santo, Dios por los siglos de los siglos.
Amén
ORACIÓN EFICAZ
Oh Niño Jesús, yo recurro a Vos, y os ruego por Vuestra Santísima Madre, me asistáis en esta necesidad (se menciona)
porque creo firmemente que Vuestra Divinidad puede socorrerme. Espero con confianza obtener Vuestra Santa Gracia.
Os amo con todo mi corazón y con todas las fuerzas de mi alma. Me arrepiento sinceramente de mis pecados, y os suplico,
Oh mi buen Jesús, me deis fuerza para triunfar de ellos.
Tomo la resolución de no ofenderos más, y me ofrezco a Vos en la disposición de sufrirlo todo antes de disgustaros.
Desde ahora quiero serviros con fidelidad. Por Vuestro amor, Oh Divino Niño, amaré a mis prójimos como a mi mismo.
Niño lleno de poder, Oh Jesús, yo os suplico de nuevo, me asistáis en esta circunstancia (se menciona).
Hacedme la gracia de poseeros eternamente con María y José, y la de adoraros con los Santos Angeles de la Corte Celestial. Así sea.